Detienen a El Charmín y El Evelio, fingían arreglar celulares para asaltar en el Centro


Parecen vendedores, pues ofrecen accesorios para teléfonos, desbloquearlos o repararlos, pero en realidad son integrantes de un grupo delictivo
Opera en el Centro, sus miembros roban teléfonos celulares no solo a transeúntes sino a los que buscan repararlos en Plaza República de Uruguay y Meave; es la banda de “El Charmín”.


Parecen vendedores, pues ofrecen accesorios para teléfonos, desbloquearlos o repararlos, pero en realidad son integrantes de un grupo delictivo que lleva activo más de una década, con decenas de denuncias y supuesta protección policial.

También compran teléfonos robados, dependiendo del modelo, a 300 o mil 500 pesos y aunque algunos de los sospechosos han sido detenidos, regresan a las calles y se reintegran al núcleo principal de la banda, compuesto por siete cabecillas.

De acuerdo con informes de la Policía de Investigación, se trata de Julio César “El Charmín” a la cabeza; “El Blas”, “El Evelio” y su hijo; “El Dormido” y “El Guapo”.




La Silla Rota obtuvo fotografías y videos donde se les ve afuera del 23 de República de Uruguay, su centro de operaciones, consta en la averiguación FCH/CUH-2/T3/628/03-2016.

El perfil de sus víctimas, cuenta un policía de Investigación que los ha seguido por años, es primordialmente ancianos, personas de provincia o adolescentes.

“Se paran afuera del 23 y abordan a la gente anunciando promociones en cuanto a venta o reparación de teléfonos; si, por ejemplo, una persona quiere arreglar su celular, se lo piden y lo revisan superficialmente, luego lo acompañan al pasillo comercial donde, como ha mucha gente, se pierden entre los tumultos.

“También tenemos conocimiento de que en los pasillos se los quitan a la fuerza si no pudieron distraerlos, o dejan el celular con un supuesto técnico y les piden regresar en una hora y cuando la víctima vuelve le hacen ‘perdidizo’ su teléfono”, relató el agente cuyo nombre y cargo se omitió por no estar autorizado a comentar sobre una indagatoria en curso.


Añadió que cuando el afectado se opone o descubre los engaños, se juntan varios para amenazarlo o hasta golpearlo.

En junio de 2016, una víctima potencial los descubrió y se enfrascó en una riña a golpes con cómplices de “El Charmín”, hasta que uno de ellos, identificado como “El Álvaro” resultó baleado.

Desde ese año, autoridades del Gobierno capitalino no han hecho más operativos en la zona, por lo cual la banda de “El Charmín” creció hasta ostentar el control de las actividades delictivas en la plaza y la calle República del Salvador.

SUS NEXOS CON "LA TERE"

El control de Plaza Uruguay quedó en una sola mujer: María Teresa J. “La Tere"

Tuvo que luchar en la calle, en las agencias del Ministerio Público y hasta en los juzgados civiles con su propia madre con el fin de quedarse con todo el poder.


María Teresa “La Tere” vendía protección no solo a comerciantes de Plaza Uruguay, en el Centro, sino a bandas delictivas como la de “El Charmín”.

Consta en la causa penal 127/2015 que “La Tere” fue detenida y acusada de extorsión, pues cobraba hasta 5 mil pesos a los vendedores informales.

Era escoltada por policías del Estado de México, tenía bajo su mando a un grupo de golpeadores y se hacía llamar presidenta de una asociación de comerciantes.

De igual modo presumía vínculos con La Unión Tepito y posteriormente con La Unión de la B.

Según las investigaciones de la Procuraduría capitalina, uno de los grupos delincuenciales que creció bajo ella protectora de “La Tere”, detenida en octubre de 2016, fue la de “El Charmín”.

En esos días se creía que “El Blas” era el líder, pero más tarde se supo que en realidad era Julio César “El Charmín”, un hombre de complexión robusta, tez morena, estatura promedio y un amplio historial delictivo.


En las pesquisas relacionadas no solo con “La Tere” y “El Charmín”, sino con otras bandas dedicadas al robo a transeúnte, salieron a relucir presuntas complicidades con agentes de Investigación de Cuauhtémoc 6 e inclusive otros mandos de Zona Centro.

"La Tere" ” actualmente está presa en Santa Martha Acatitla, pero algunos de sus hermanos y hermanas siguen libres; cobran a “El Charmín” un porcentaje de las ganancias por el hurto de teléfonos celulares.

La dificultad con la que se ha enfrentado la PGJ para proceder contra sus integrantes es que, en muchos casos, únicamente se les puede acusar de abuso de confianza, delito considerado no grave.

En otros se les procesa por robo sin violencia, y los montos que el MP fija no pueden ser mayores al valor del teléfono celular.

No obstante, recientemente se planea imputarlos por asociación delictuosa y agravar los cargos, una vez que la mega pesquisa que robustecen en la dependencia esté terminada.




Con información de Antonio Nieto / La silla Rota
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