Madre llora otro cumpleaños sin su hija asesinada brutalmente en Ecatepec

La tristeza de una madre no termina y el dolor aumenta al recordar que no podrá festejar el cumpleaños número 27 de su hija Diana, que fue el pasado 7 de julio, porque fue asesinada hace más de tres años, fecha desde que Roxana clama justicia, porque los criminales siguen libres.


Recordó que la última vez que vio con vida a su hija Diana Laura Garnica Mejía fue el 4 de enero del año 2018, fecha que salió de los Héroes Primera Sección con su bebita de seis meses en brazos, acompañando a su cuñado y concuña a ofrecer los juguetes que ellos vendían a bordo de un auto tipo Golf, color gris oxford, con placas de circulación MKW-64-10, del Estado de México.

Recordó que solo se trasladaría a una colonia cerca de la termoeléctrica a ofrecer los juguetes, sin embargo ya no regresó a su hogar.

Comentó que horas más tarde recibieron una llamada donde les informaron que su nieta Mía había sido encontrada abandonada en el poblado de Maquixco, en San Juan Teotihuacán, junto a un Centro de Salud.

Noticia que la destrozó y al llegar al lugar se desvaneció al ver a su nieta y percatarse que algo le había pasado a su hija Diana que no aparecía.

Tras reaccionar después del desmayó y recuperar a su nieta, recordó con tristeza que a grito abierto pidió a las autoridades la apoyarán a encontrar a su hija.

Ante el temor de que su hija estuviera en peligro, comenzó a difundir en las redes sociales la fotografía de su hija desaparecida, con la esperanza de que alguien la hubiera visto y poder encontrarla.


Dos días después recibió la trágica noticia de que su hija Diana Laura de 23 años de edad había sido encontrada sin vida calcinada al interior del auto en el que viajaba junto con los cuerpos de su cuñado y su concuña en un paraje ubicado entre avenida San Juan y Camino Viejo, de la colonia San Jerónimo Xonacahuacán, municipio de Tecámac.

“Sentí morirme al saber la manera tan cruel en que mataron a mi hija, le arrancaron los dientes, le destrozaron los dedos, y no conformes con la tortura, la quemaron viva”, comentó con dolor.


Refirió que meses después del crimen, las autoridades lograron la detención de uno de los presuntos involucrados en los homicidios, sin embargo se ha negado a hablar y delatar a los verdugos cómplices que siguen libres.

Aunque se encuentra muerta en vida, día con día, recalcó saca fuerzas para sacar adelante a sus tres nietos que viven con ella y que la motivan para no dejarse vencer en la tristeza que invade su alma.

Recordó que fue el 7 de julio de 1994 la fecha en que nació su hija, que hoy, si no le hubieran arrebatado arteramente la vida, estaría cumpliendo sus 27 años y festejando como le gustaba con toda su familia y sus tres pequeños hijos que la extrañan.


Sin embargo, han transcurrido más de tres años del feminicidio, y Roxana, quien derrama lágrimas todos los días, sigue clamando justicia para que el asesinato de Diana, una mujer trabajadora, que no le hacía mal a nadie y que amaba a sus hijos, no quede impune, como muchos otros casos de mujeres asesinadas en el estado de México.
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