VIDEO | ¿Quién era la mujer apuñalada en León, Guanajuato?

La familia de Milagros Montserrat Meza no sale del asombro. Ernestina Meza, madre de la víctima, tuvo que ser atendida por paramédicos, porque el ver a su hija ensangrentada le impresionó, y pasó de espasmos a la postración. Tuvo que ser la tía de Milagros, quien pudo reconocerla, tirada en la calle sobre una gran mancha carmesí.


La familia entera tenía preparada una fiesta sorpresa para cuando Milagros llegara de su trabajo, porque se desempeñaba como cajera en el Walmart Express que se encuentra a menos de un kilómetro de distancia de su hogar.
La misa de velación ocurrió en privado. La presencia de la prensa fue prohibida. Afuera de su casa había una cartulina blanca que invitaba a la misa en la Funeraria Ureña, localizada en el Barrio de San Juan de Dios, a las 10 de la mañana.

Los vecinos del sitio en donde Milagros cayó muerta, colocaron un altar con una estampa de la virgen de Guadalupe y dos veladoras dentro de una arpilla de madera.
No lograron limpiar la sangre del pavimento. Permanecen las manchas negras en el lugar. Quien pasa frente a la caja, se persigna en señal de respeto por el alma de la víctima.


A Milagros la conocían por amable y considerada. Carecía del ojo derecho, y usaba un tipo de prótesis para disimular. Pero según sus amigos, “sobre reaccionaba violentamente” cuando la tachaban de tuerta.
Soltera, sin hijos, siempre tuvo la ilusión de enamorarse y tener un novio. Pero nunca se le conoció uno, según sus allegados.
“Desde hace 30 años la conocí. La llevaban a la misma clínica que a mi para que la revisara el oftalmólogo. Mi hijo cumplió 38 años de edad dos días antes que ella cumpliera también los 38. Y ahora, por como está el país, está muerta”, reclamó una vecina con lágrimas en los ojos, mientras charlaba con la dueña de una tiendita de abarrotes.

No solamente su familia y amigos, vecinos y leoneses, Guanajuato entero espera por la detención del feminicida.


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