VIDEOS | Dan último adiós a la pequeña Katia, niña de 5 años que murió por bala perdida en Edomex

El cuerpo de la pequeña Katia Irene, de cinco años de edad, quien recibiera una bala perdida luego de que fuera con su mamá a hacer unas compras en las calles del centro de Chalco en el Estado de México (Edomex), fue recibido con cánticos en medio de dolor e impotencia.

Yo nunca me imaginé esto que iba a pasar mamita hermosa, ahí está tú canción y quiero que todas la canten para que ella la escuche", dijo Adriana Ramírez, mamá de Katia Irene.


La madre de la menor recordó que el pasado viernes fue al centro de Chalco a hacer unas compras, y cuando iban de regreso la niña le pidió un helado, por lo que regresó para comprarlo cuando quedaron en medio de una balacera

El día viernes por la tarde veníamos del centro de Chalco, se suscitó una balacera en la óptica Chalco, donde por desgracia le tocó la bala a mi niña. Fuimos por comida, tenemos un puesto de dulces, fuimos por los dulces, la comida, yo le iba a comprar un helado a mi niña, ya que me lo pidió y, por desgracia, al momento que dimos vuelta, se suscita la balacera y pues le tocó a mi niña”, señaló.
Por tres días Katia Irene, la menor de tres hermanas, lucho por su vida, pero debido a que la bala se alojó en su cabeza, tenía muerte cerebral, por lo que este lunes por la tarde perdió la batalla y fue hasta las 5 de la mañana de este martes que regresó por última vez a su casa.

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Exigen Justicia para Katia Irene

Hoy solo piden justicia para la pequeña y agradecen el apoyo de todas las personas que se han sumado por la tragedia de Katia.

Yo nada más les pido que se haga justicia de lo de mi niña, pues es una niña, ella no sabía lo que le esperaba y por cuestión de gente que es irresponsable lo que le pasó. Yo no pido nada porque tengo mucho, mucho apoyo de gente que supo del caso, gente que realmente me está apoyando, tanto el presidente municipal de aquí de Chalco, Miguel Gutiérrez, me ha estado apoyando en todo momento", apuntó Adriana.
Hasta la casa de Katia llegaron sus compañeritos del jardín de niños quienes le llevaron flores blancas y gritaban porras para su amiga, que ya partió.

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