VIDEO | Familia vive momentos de terror al ser agredidos brutalmente con una piedra sobre la autopista México Pachuca

El pasado sábado, lo que debió ser un tranquilo regreso a casa tras una celebración familiar, se convirtió en una experiencia traumática para la familia de Iván Cruz. Viajaban de Tizayuca a la Ciudad de México por la autopista México-Pachuca, luego de festejar el cumpleaños de un sobrino. Iván, quien iba al volante, jamás imaginó que el trayecto se tornaría en una carrera por la supervivencia.


El Inicio del Terror

Iván Cruz, acompañado por su abuela de 91 años, sus padres, su esposa y su hijo de 5 años, transitaban a la altura de "El vigilate", limites de Tlalnepantla y Ecatepec, sobre la autopista México-Pachuca, cuando notó algo inusual. "Veníamos de pasar un momento agradable, familiar, cuando de pronto en el camino alcanzo a ver a un sujeto detenido en el divisor central. De momento pensé que se me iba a aventar cuando se escuchó la primera explosión", narró Iván.

La situación escaló rápidamente cuando el individuo arrojó una piedra al vehículo de Iván, golpeándolo en el cuello. "Mi reacción fue protegerme, proteger mi cara principalmente, por eso me golpea la piedra en el cuello. Siento yo un dolor muy fuerte en ese momento”, detalló Iván, aún afectado por el impacto del incidente.

La Decisión de Continuar

A pesar de la herida, Iván decidió seguir conduciendo para asegurar la integridad de su familia. Agradeció que no se produjera un accidente mayor. "Mi temor fue desmayarme o tener un accidente de mayor magnitud. Y pues en ese momento mi miedo era de sufrir un asalto en la carretera y de salvar la vida de mi familia, principalmente, pues venía conmigo mi niño de 5 años en ese momento”, explicó.


La adrenalina y el instinto de proteger a su familia fueron determinantes. No pensó en detenerse hasta llegar a una zona segura, a pesar del dolor y la angustia. “Se siente horrible. Siempre lo vemos en las noticias, en videos en internet, pero nunca te imaginas vivirlo. El impacto del cristal genera un ruido tan fuerte que aun así… lo vivo todavía, el ruido, pero es una sensación horrible de que no te sientes seguro. Quieres salir a pasear pero ya vives con esa incertidumbre e inseguridad en el camino”, compartió.




La Ausencia de Ayuda

El drama no terminó con el escape. Al llegar a una zona más segura, Iván observó otros autos detenidos, posiblemente víctimas del mismo agresor. Intentó contactar a las autoridades llamando al número de emergencias 911, pero la ayuda nunca llegó. Además, Golfo Centro, la operadora de la autopista México-Pachuca, tampoco ofreció asistencia.

Esta falta de respuesta por parte de las autoridades y los operadores de la autopista agrega un matiz aún más preocupante a la ya tensa situación. La seguridad en las carreteras, especialmente en una autopista tan transitada, debería ser una prioridad, y este incidente subraya una alarmante falla en la protección y asistencia a los conductores.

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Una Reflexión sobre la Inseguridad

Este evento no solo afectó físicamente a Iván, sino que dejó una huella psicológica en toda la familia. La autopista, que debe ser una ruta segura para todos, se transformó en un escenario de terror que podría haber terminado en tragedia.

La historia de Iván Cruz y su familia pone en evidencia la necesidad urgente de mejorar la seguridad en las autopistas y la eficacia de la respuesta de emergencia. Los conductores no deben sentirse indefensos ni desprotegidos ante ataques como este.

La experiencia de Iván Cruz y su familia en la autopista México-Pachuca es un duro recordatorio de la fragilidad de la seguridad en nuestras carreteras. A medida que más personas se ven afectadas por incidentes similares, la demanda de medidas de seguridad efectivas y respuestas rápidas de las autoridades se vuelve cada vez más apremiante.

Iván y su familia lograron salir de la situación sin sufrir daños mayores, pero el impacto emocional y la inseguridad persistente son problemas que necesitan ser abordados de manera urgente. La autopista debe ser un camino hacia el hogar, no hacia el miedo y la incertidumbre.




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