La noche del pasado domingo, un violento ataque se registró en la alcaldía Álvaro Obregón en la Ciudad de México, cuando un hombre fue asesinado a balazos. La víctima, identificada por vecinos como Carlos Bravo, era conocido en la zona como sicario y traficante que trabajaba para "La Chabela".
Carlos se encontraba disfrutando de un sonidero en la calle, cuando un sujeto desconocido se acercó y le disparó a quemarropa. Amigos y familiares, que estaban presentes en el lugar, intentaron reanimarlo, pero lamentablemente falleció en el lugar antes de que pudieran hacer algo por salvar su vida.
Carlos no era un desconocido para las autoridades ni para los vecinos de la zona. Se sabía que estaba involucrado en actividades delictivas y que peleaba el control de la plaza contra el grupo de Lenin Canchola. A lo largo de su vida, había sido detenido al menos tres veces, y en sus redes sociales solía mostrarse armado, luciendo su poder y su afiliación criminal.
Tras el ataque, la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC_CDMX) y la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (Fiscalía CDMX) acudieron al lugar de los hechos y comenzaron una investigación para esclarecer lo sucedido. Según informes preliminares, el ataque podría estar relacionado con disputas entre bandas rivales por el control del territorio y las actividades ilícitas en la zona.
Los vecinos expresaron su preocupación por la violencia que se vive en la zona y la constante presencia de actividades delictivas.
“Era cuestión de tiempo para que algo así ocurriera. Vivimos con miedo y nadie hace nada”, comentó un residente que prefirió mantenerse en el anonimato por temor a represalias.
