Colapso de la Línea 12 del Metro, una tragedia anunciada


Desde 2017 llegaron las advertencias en torno a la infraestructura del tramo elevado de la Línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro. Vecinos de la zona habían reportado desperfectos en la estación Olivos y a lo largo de la Línea advirtieron de grietas, así como un posible colapso de los puentes.

Luego del temblor del 19 de septiembre de 2017, usuarios denunciaban en redes sociales que la estructura podría derrumbarse, debido a que se presentaron grietas considerables y se cayeron algunos pedazos de construcción de la también llamada “Línea Dorada”.

En esa época El Universal entrevistó a vecinos de Tláhuac debido a las fallas físicas que se observaban en la Línea: “Ya está todo cuarteado, después del terremoto muchas casas tuvimos afectaciones y también ya estaban pasando camiones de volteo, que pesan toneladas y por eso decidimos cerrar”, narró uno.


El Metro confirmó también que tras el sismo las líneas A y 12 presentaban daños visibles en las vías, por lo cual, se actuó de inmediato para corregir las anomalías.

En el caso de la Línea 12, las fallas se observaban entre las estaciones Olivos y Nopalera. Una trabe colocada entre las estaciones Zapotitlán y Nopalera, en las curvas 11 y 12, presentó un desplazamiento en el cabezal de apoyo, fracturando el encamisado del tope sísmico.

Cuatro años después, entre las interestaciones Olivos y Tezonco colapsó la estructura del tramo elevado provocando el descarrilamiento de un tren que al momento ha dejado 23 muertos y decenas de lesionados.

No fue la primera advertencia



Esta no fue la única advertencia de anomalías en la Línea, luego de su inauguración el 30 de octubre de 2012, fue señalada por fallas de mantenimiento. Dos años después, en marzo de 2014 el entonces director del Metro, Joel Ortega anunció el cierre del tramo elevado para realizar estudios y correcciones.



La empresa Systra dictaminó que los rieles y las vías no eran compatibles puesto que se trataba de una construcción de vía férrea mientras que las vías eran de tren suburbano, empero, se determinó que la línea dorada podría operar con seguridad aunque estaba en los límites y en noviembre de 2015 reabrió dicho tramo.

Pese a las reparaciones siguieron llegando advertencias, en especial desde las redes sociales, donde se alertaba por un desnivel en la estructura del Metro.


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